En la Casa Blanca es donde se da el más oscuro de los debates, acerca del asunto Gobierno de EE.UU. contra .XXX. Delante de una sombría fachada, la administración Bush –representada por Alberto R. Gonzales, antiguo consejero jurídico de Georges W. Bush y hoy a la cabeza del Departamento de Justicia (DoJ)- rechaza rotundamente la instauración de tal extensión.
Sin embargo, todo intenta hacer creer que tal medida sería beneficiosa para limpiar el net... aunque no es lo que afirma el ex Presidente de la Corte Suprema de Texas.
La justificación es que ¡Un marco jurídico es lo más conveniente ! La elaboración de la enmienda « The Child Pornography and Obscenity Prevention Amendment », presentada sólo unas horas después del rechazo de la extensión triple X, define un gran número de medidas coercitivas contra los gestores de tales sites. En resumidas cuentas, se trata de 3 medidas sometidas a penas de prisión :
1. La visualización obligatoria de un texto elaborado por la « Federal Trade Comission » cerca del site que será juzgado por este último de carácter pornográfico. 2. La prohibición de integrar palabras claves engañosas en su site para atrapar a los internautas que no buscan tal contenido. 3. La prohibición de colocar imágenes u otros archivos de contenido sexualmente explícito ante un mensaje de prevención.
Pero la verdadera razón, no reconocida, seguramente es la que permitiría a los proveedores bloquear simplemente el acceso a una extensión (el .XXX en este caso) a sus suscriptores. Imaginémonos que todos los sites de carácter pornográficos o eróticos se vean obligados a utilizar esta extensión y alguna otra bajo pena de recibir una multa o de estar condenados a penas de prisión. Una solución políticamente radical, pero utópica para frenar los sites clasificados en X. Una de las consecuencias de la adopción de tal extensión daría un control casi total a los proveedores de acceso. En efecto, podrían prever sacar partido del acceso a la extensión .XXX del mismo modo que los peajes. Por ello, y esta vez en otro sentido, la concentración de estos sites en Internet en torno a una misma extensión, equivaldría a ponerlos en una misma red, y bastaría con tirar la cuerda para estrangular lo que dio a la web su dimensión comercial planetaria.
Evidentemente, es necesario proteger a nuestros niños. Es necesario asegurar la web volviendo a los gestores de los servicios de Internet tan responsables como los buenos ciudadanos comunes o los buenos padres de familia, pero una falta de lucidez en una toma de decisión precipitada y burocrática puede rápidamente inclinarse hacia la aparición de economías paralelas lejos de los objetivos buscados.
JCV & SB Pour DomaiNews